Hay un motivo por el que siempre sé hasta dónde pueden llegar mis ideas, incluso las más difusas o las que parece que no tienen pies ni cabeza. No se me quedan flotando en una nebulosa, ni las abandono por miedo a que no sean lo suficientemente buenas.
No necesito pasar semanas dándole vueltas a una escaleta que me ahoga, ni me lanzo a escribir a ciegas esperando un milagro. Cuando una idea me llama, aplico un sistema que me permite explorarla desde todos sus ángulos, entender a sus personajes íntimamente y descubrir su verdadero potencial narrativo. Todo esto, antes de escribir la primera línea del borrador.
Hubo un tiempo, claro, en que esto no era así. Mis ideas se estancaban y además yo misma me paralizaba por toda la teoría aprendida en cursos y talleres. En serio, creo que nadie ha hecho más cursos de escritura que yo, ni leído más libros. En aquel entonces, la chispa de cualquier idea, buena o mala, se me apagaba antes de escribir ni una palabra. Siempre lo digo y la gente siempre se sorprende: me pasé 20 años sin escribir.
Por eso nació Escribe sin Planificar y por eso su corazón son 30 preguntas. Así diseñé el punto medio entre lanzarme a una piscina sin agua y hacer una escaleta. Es forma de asegurarme de que cada idea reciba la atención que merece para convertirse en una hoja de ruta clara y emocionante para un borrador. Y creo firmemente que es mejor que una escaleta tradicional, porque te obliga a conectar con la esencia de tu historia de una forma mucho más profunda.
Este método se estructura en 6 módulos clave:
Módulo 1: El protagonista al desnudo. Donde conocemos al personaje principal y excavamos hasta encontrar su deseo más íntimo y poderoso, ese que será el verdadero motor de tu historia.
Módulo 2: Primeros pasos. Una vez que sabemos qué quiere tu prota, exploramos los diferentes recorridos que podría hacer para conseguirlo. Sin compromiso, ojo. Todo lo que se te ocurra aquí puede cambiar.
Módulo 3: Solo no puedes, con amigos, sí. Descubrimos qué otros personajes son esenciales para el viaje de la protagonista, quiénes la ayudarán, quiénes se opondrán...
Módulo 4: La despensa de aventurillas. Para que la temida mitad pantanosa de la historia no se nos trague como arenas movedizas, creamos juntas un arsenal de posibles giros, conflictos y acontecimientos que mantendrán la tensión y el interés. Y cuando digo arsenal, me refiero a arsenal. Se trata de llenar la despensa de posibles hechos.
Módulo 5: Botiquín de primeros auxilios para bloqueos. Como sé que los atascos pueden llegar a pesar de los pesares, este módulo te da herramientas y técnicas específicas para cuando sientes que te quedas sin ideas o no sabes cómo seguir.
Módulo 6: Hasta el final y más allá. Verás diferentes maneras en las que tu historia podría concluir. Lo bueno es que en esta etapa no tienes que elegir ninguna de ellas; esa decisión la podrás tomar mucho más adelante, con la libertad de haberlos vislumbrado todos.
Al final de estos 30 días, tendrás un concepto vivo, con personajes que respiran, un conflicto claro y una hoja de ruta que te hará arder en deseos de empezar ese primer borrador.
Escribe sin Planificar comienza este domingo, 1 de junio. Esta es la ultima semana para unirte por solo 27€ (+ IVA). Y recuerda: si quieres feedback personalizado, la opción especial de inscripción cierra el mismo domingo 1 de junio a las 12:00 del mediodía (hora peninsular).
Si quieres aprovecharte del mismo sistema que me permite a mí (y a cientos de escritoras) saber siempre hasta dónde pueden llegar sus ideas y cómo llevarlas allí, esta es tu oportunidad.
➡️ Quiero el sistema para que mis ideas lleguen a su máximo potencial (Última Semana)
Deja de dudar del potencial de tus ideas y empieza a desatarlo.
Un abrazo y a por esas historias:
Alicia.
Hola, Alicia, tu artículo es uno de los que más ha tenido visitas desde https://columnas.substack.com/p/merece-la-pena-la-industrializacion
Alicia esto es para ir con una idea concreta, se puede aplicar el mismo sistema para diferentes ideas y ver cuál sale?