Año nuevo, sección nueva. A partir de hoy, trataré de traer al podcast guías de lectura y análisis prácticos de relatos muy conocidos y muy alabados. Pero no para hablar de su significado, lo cual es muy interesante, por cierto, sino para ver cómo están escritos y qué podemos aprender de ellos. Y empezamos con uno de mis cuentos de terror favoritos.
Casa Tomada es uno de los primeros cuentos fantásticos de Cortázar, un autor que entendía la literatura como juego. A lo mejor por eso su novela más conocida se titula precisamente como un juego de niños: Rayuela.
Este relato se publicó por primera vez en 1947 de la mano de Jorge Luis Borges en la revista que este dirigía: Los anales de Buenos Aires y más tarde aparecería en la colección Bestiario junto con otros relatos.
Este episodio, como los demás en esta sección, se dedica al estudio del relato con fines didácticos ¿Qué tiene Casa Tomada que lo convierte en un relato excepcional? ¿Qué podemos aprender de él? ¿Qué elementos podemos replicar en nuestra propia obra y qué otros adaptar para enriquecerla?
El original es accesible sin coste en el la página web de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala.
He consultado varios artículos y diversas fuentes para escribir este pequeño análisis, pero sobre todo el libro de ensayo Cortázar visto por Elia Barceló, de la editorial Cazador de Ratas, que ofrece un punto de vista muy similar al mío. El análisis de Barceló es muy diferente del de algunos estudiosos más conocidos y se basa sobre todo en el estudio de las palabras del texto y no en extrapolaciones contextuales. El mío también.
Resumen
La mayor parte de la crítica parece coincidir en que Casa Tomada es un relato que cuenta cómo dos hermanos de la nobleza argentina, o al menos de una clase social acomodada, viven felices en una casa que les gusta y que solo encierra buenos recuerdos. Se trata de la casa familiar. También coinciden en que los hermanos no trabajan, sino que viven de las rentas.
La vida de los dos hermanos, el narrador e Irene, transcurre plácidamente en dicha casa hasta que «algo» se muestra dentro de ella y va tomándola poco a poco. Primero la parte más deshabitada, la parte trasera y luego la zona delantera, donde viven los dos hermanos. Hasta que finalmente los espíritus, si es que lo son, echan a Irene y al narrador de la casa y la toman para ellos.
Por lo general, se entiende Casa Tomada como un relato de expulsión, de toma de contacto con la realidad, etc. Se han hecho interpretaciones que identificaban a los espíritus con el peronismo, etc. Pero el texto sugiere interpretaciones distintas, más prosaicas pero también más bellas, al menos desde mi punto de vista. Veamos sus elementos, sobre todo el narrador y los personajes, antes de llegar a ninguna conclusión.
Personajes
Cortázar siempre dijo que escribió este relato a partir de una pesadilla especialmente angustiosa. En su sueño solo estaba él, pero en Casa tomada hay tres personajes: el narrador, su hermana Irene y la propia casa.
Irene
Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo[…].
Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba[…].
Esto es todo lo que sabemos de Irene, que aparece en la obra más como una parte de su hermano que como personaje independiente. Cortázar soñó con él mismo y en su pesadilla algo lo echaba de una casa, pero trasladar los sueños al papel no es algo automático. Para que el relato funcione hay que cambiar algunos elementos del sueño. Cualquiera que haya intentado transcribir sus propias pesadillas sabe lo escurridizas que se ponen.
Puede que Cortázar pensara que un relato en el que un hombre solo vive en una casa no se sostendría durante demasiadas páginas. En cambio, ya había antecedentes literarios de dos hermanos que viven solos en una mansión señorial, por ejemplo en La caída de la casa Usher, un relato de Edgard Alan Poe que el propio Cortázar tradujo y, creo yo, extendió en Casa Tomada.
Irene no cumple un papel especialmente importante más allá de servir para que el narrador nos cuente cómo pasa el tiempo y cómo se entretiene: limpiando (algo que hacen ambos hermanos) y tejiendo. Irene, además, tiene pesadillas.
Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en seguida. Nunca pude habituarme a esa voz de estatua o papagayo, voz que viene de los sueños y no de la garganta.
Estas pesadillas de Irene, que encuentran su reflejo en las del narrador, son una muestra de que los hermanos no viven tan felices como la crítica se empeña en afirmar.
El narrador
El narrador en primera persona (y por tanto también personaje) es el hermano de Irene. A través de sus ojos conocemos toda la historia y a sus habitantes, incluidos él mismo y la casa. Pero ¿Cuánto de lo que dice este narrador es cierto? Barceló en su ensayo desvela que no deberíamos fiarnos demasiado de él, ya que incurre en numerosas contradicciones. Nos encontramos pues ante un narrador infidente y por eso tenemos que poner en cuarentena todo lo que dice.
Veamos algunas de sus afirmaciones que, separadas por fragmento de texto, no parecen muy relevantes pero que todas juntas causan una impresión diferente:
· Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua
· Guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia (¿Dónde está el resto de la familia?)
· Nos habituamos a persistir solos en ella aunque había espacio para más de ocho personas. Persistir es un verbo, cuanto menos, curioso. La RAE lo define como mantenerse firme o constante en algo o durar largo tiempo. Barceló remarca que el verbo persistir tiene connotaciones de resistencia, oposición y dificultad.
Vemos pues que ya solo en el primer párrafo, el narrador trata de convencernos de que su situación es buena, a los hermanos les gusta la casa, pero tienen que habituarse a sobrevivir en ella solos, algo que es una locura.
Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos a mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos pocos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos.
Este primer párrafo nos da todas las pistas que necesitamos para saber que nos encontramos ante un relato de casa encantada, de lugar maldito. Un arquetipo de sobra conocido y llevado al límite, como decía antes, por Poe, en La caída de la casa Usher.
La casa
Tanto Irene, que ha dejado a dos pretendientes sin motivo, como el narrador, cuya novia murió de buenas a primeras, son prisioneros de esta casa que es la que ha dirigido la vida de sus familias y las suyas, hasta que se cansa de ellos y los expulsa.
En las historias de casa encantada, y esta lo es, la casa, el lugar maldito, puede jugar o no el papel de personaje. En la casa Usher la casa representa tanto la hacienda de la familia como a la familia misma. En el relato de Poe, también viven dentro de la casa dos hermanos que son la última representación de su linaje. Cuando los hermanos Usher mueren, la casa se derrumba y cae. La interdependencia entre la familia y su casa es vital hasta ese punto.
En Casa Tomada, Cortázar da un paso más.
Uno de los muchos temas objeto de estudio sobre este relato es el carácter de los espíritus hostiles que toman la casa. No hay acuerdo acerca de si son personas o almas en pena, espíritus malignos, seres independientes de algún tipo o qué.
Si nos basamos solo en las frases escritas en el relato, que son las herramientas de las que disponemos las autoras, podemos deducir que son personas escogidas por la casa para sustituir a los dos hermanos, que han llegado al final de su servidumbre.
¿Y dónde están las pistas para llegar a esta conclusión?
(Recuerda, si eres escribetequer, puedes leer esta guía de lectura y muchas otras en nuestra casa: www.laescribeteca.com)